La Organización Mundial de la Salud y la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), han realizado conjuntamente un protocolo mundial con las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los viajeros.
Inicialmente, el pasajero deberá presentar a su llegada a la terminal un certificado de salud y se le practicará un primer control de temperatura. Posteriormente, se le invitará a hacer el ‘check-in’ en línea, y los filtros de seguridad serán diseñados de manera que se pueda limitar el contacto físico y las filas de espera no sean tan largas.
Se limitarán los desplazamientos durante la mayoría del vuelo. Las personas deberán viajar con tapabocas y se les asignará la cabina de baños correspondiente en función del lugar que ocupen en el avión. La mascarilla, de igual manera, será de uso obligatorio en todos los aeropuertos, en donde se deberá respetar una distancia entre cada persona de al menos un metro y medio, estas medidas aplican también cuando el pasajero ya esté a bordo del avión.
Por otra parte, todos los empleados de las terminales aéreas, deberán estar equipados con los correspondientes implementos de protección, incluyendo viseras, guantes y tapabocas médicos. Adicionalmente, serán sometidos constantemente a las pruebas del coronavirus. Todas las aerolíneas están obligadas a realizar constantes revisiones de temperatura a los pasajeros, tanto al ingreso como a la salida del avión. Además, deberán garantizar una limpieza profunda en áreas como, mostradores, puntos de seguridad, baños y zonas comunes.
Al igual que la Organización de la Aviación Civil Internacional, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) presentó esta semana el protocolo para alentar el regreso de los viajes de forma segura y así poder volver a activar esta industria, que se ha visto seriamente afectada por la pandemia.
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