Por: Rodrigo Garcia / Fotos: Erika A. Osorio
Al caminar por cualquiera de los pueblos que conforman la famosa “Ruta romántica”, el viajero puede experimentar un verdadero sentimiento de emoción, sentimiento que lo acompaña durante los casi 400 km que separan a Würzburg de Füsen, esta ruta es sin duda, un incomparable deleite para los visitantes.
A continuación presentamos cuatro de los lugares que pudimos recorrer, Würzburg, Tauberbischofsheim, Wertheim y Rothenburg, que prácticamente componen el inicio de la “Ruta Romántica”, comencemos...
WÜRZBURG, Un pueblo imprescindible en Alemania
Würzburg se encuentra aproximadamente a la misma distancia de Frankfurt am Main que de Nuremberg. Conforme te vas acercando puedes observar a lo lejos la imponente Festung Marienberg (Fortaleza de Marienberg), que en lo alto de una colina parece observar toda la ciudad como un celoso vigilante. Esta es sólo una de las muchas atracciones que poseé Würzburg; otro lugar que no puedes dejar de visitar es “La Residenz”, un hermoso palacio barroco que vino a sustituir los alojamientos de la Fortaleza Marienberg en el S. XVIII; fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1981. En el interior de la residencia se puede apreciar una increíble decoración barroca, y los frescos en los techos son simplemente impresionantes, parece que se te vienen encima. Después de contemplar estos majestuosos salones, se puede caminar por los jardines exteriores, y tomar un descanso para después continuar con el paseo. En nuestro camino de vuelta, nos encontramos con el Alte Mainbrücke, es el puente más antiguo sobre el río Meno, y se caracteriza por la considerable cantidad de estatuas de santos que parecen escoltar a los visitantes.
TAUBERBISCHOFSHEIM, Pequeño y encantador
Se trata de un pequeño y encantador pueblo vitivinícola, ubicado en el valle del río Tauber. Tiene una pintoresca y hermosa plaza central rodeada de las casas típicas alemanas con entramado de madera. Este lugar es ideal para el turismo gourmet ya que sus tradicionales tabernas ofrecen una deliciosa variedad de platillos y vinos, obviamente sin olvidar la exquisita cerveza local. De estilo Neo gótico, la casa del Ayuntamiento de Tauberbischofsheim fue construida en 1865, y constituye el principal centro de atención para los visitantes, debido a su belleza y a su perfecta ubicación en la plaza central.
El viñedo municipal Edelberg nos invita a un recorrido por su extenso territorio para conocer la gran variedad de uvas cultivadas en la zona; posteriormente una degustación en el castillo Kurmainzisches Schloss para cerrar con broche de oro la visita a los viñedos.
Un poco más al norte encontramos la Capilla de Sebastianus, una obra de dos plantas construída en 1476, así como la Iglesia neogótica de San Martín, que en su interior alberga valiosas obras del arte medieval. Aunque pequeño e inexplicablemente poco conocido Tauberbischofsheim, es uno de los rincones alemanes más bellos y tranquilos, por si esto fuera poco, la amabilidad de sus habitantes lo convierte en un lugar ideal para conocer.
WERTHEIM, Un verdadero deleite para la vista
Wertheim es una ciudad que se ubica al suroeste de Alemania, en el Estado de Baden-Wurtemberg. Es principalmente conocido por su impresionante y emblemático “Castillo Wertheim”, estas ruinas son por mucho, la mayor atracción de esta localidad. En el siglo XII fue la residencia de los Condes de Wertheim, hoy constituye el más importante patrimonio de los pobladores; son sin duda, las vestigios mas grandes de esta región del país; aún permanecen los restos originales del pozo, sus paredes se levantan y se mantienen majestuosas retando el paso del tiempo. Por encontrarse en lo alto de una colina, ofrece una vista panorámica de la villa, destacándose la unión de los dos ríos: Meno y Tauber.
Otro de los atractivos que nos regala esta ciudad es la Capilla St. Kilian, una impresionante construcción de estilo gótico que se encuentra frente a la Iglesia de la Colegiata de Wertheim y es reconocida por ser una de las mejor preservadas de toda Alemania, fue construida en 1472 como un lugar de oración. Antes de llegar a Wertheim, el estrecho camino nos lleva directo al Antiguo Monasterio de Bronnbach, que se encuentra en lo alto de un cerro como invitando a la gente a acercarse; de noche, al amparo de la oscuridad el Monasterio se aprecia un poco tenebroso; la iglesia posee una singular belleza y su buena conservación es digna de admirarse. Cuenta con una cafetería y por supuesto no puede faltar la degustación de un buen vino.
ROTHENBURG OB DER TAUBER, Donde el tiempo se detuvo
Rothenburg ob der Tauber, en el Estado de Baviera, es un ícono de la Ruta Romántica y probablemente el más bonito y famoso de los pueblos que conforman esta ruta, y nos es para menos ya que goza de una extraordinaria belleza y su estado de conservación es casi perfecto. La fundación de Rothenburg ob der Tauber, que en alemán significa “Fortaleza Roja sobre el Tauber” se remonta a 1170, lo que significa que está por llegar a la muy respetable edad de 850 años. De aquellos tiempos medievales aún se conservan algunos jardínes y una torre de su antiguo castillo. Para empezar la visita a esta pequeña ciudad es recomendable llegar a la Gallow-Gate, puerta de entrada a Rothenburg; su antiguo casco aun conserva sus formidables murallas del S. XIV, se puede subir a la torre, tiene un pequeño costo pero sin duda vale la pena, es un verdadero deleite a la vista.
La Plaza de Plönlein es posiblemente uno de los lugares más famosos de Rothenburg ob der Tauber, esta plaza triangular alberga dos de las torres más conocidas de la ciudad: la Torre Sieber de 1385 y la Torre Kobolzeller de 1360 que en la antigüedad contaba con cuatro puertas. Otro de los rincones más emblemáticos del pueblo es la Torre de San Marcos y el Arco Roeder que se construyeron al mismo tiempo alrededor del año 1200. Para los amantes de las fiestas decembrinas el “Museo de la Navidad” es sin duda un paraíso, está situado en el interior de la tienda de Käthe Wohlfahrt y tiene una increíble colección de juguetes, adornos navideños y más de 150 figuras de diferentes personajes; esta tienda es de visita obligada, no hay que ser Grinch.
Las calles Rothenburg se cruzan de tal manera que nos da la posibilidad de plasmar en nuestras fotos la incomparable belleza de esta ciudad ya que se consiguen unas perspectivas insuperables, caminar por estas calles es realmente una hermosa experiencia.
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