El sentido del humor de los mexicanos es festivo y pícaro, en la época del cine de oro surgieron muchos comediantes que a través de sus películas nos hicieron reír de buena gana con sus enredos y aventuras. Cada uno de estos inolvidables personajes imprimió su sello personal a través de gestos o frases que hasta la fecha recordamos con cariño.
Inolvidables personajes del cine mexicano
Mario Moreno, “Cantinflas”
Pantalones por debajo de la cadera, su sombrero tipo albañil, su inseparable corbata, su famosa frase “Ahí está el detalle, chato” y su forma enredada de hablar, hicieron de “Cantinflas”, el peladito que se ganó el corazón de los mexicanos con su estilo cínico y desparpajado. Su forma de vestir y de hablar fue inspirado por Manuel Medel, otro grande de la comedia, por su paso en las carpas. “Cantinflas” ha traspasado los límites del tiempo y es de los personajes más queridos y recordados. La filmografía de Cantinflas es amplísima, pero su película “Ahí está el detalle”, coprotagonizada por Joaquín Pardavé, Sara García, Sofía Alvarez y Manuel Noriega, le abrió las puertas del cine mexicano y “La vuelta al mundo en 80 días” al lado de David Niven lo internacionalizó, este filme ganó 5 premios Oscar incluyendo Mejor Película. “Cantinflas” fue el primer mexicano en ganar el Globo de oro a Mejor Actor de comedia.
Así era la vestimenta de "Cantinflas"
Germán Valdés, Tin Tan
Su nombre de nacimiento fue Germán Genaro Cipriano Valdés Castillo, uno de los grandes cómicos de la historia y a quien con cariño se le decía “Tin Tan”, el “pachuco topillo tapas”. Germán Valdés nació en Ciudad Juárez Chihuahua, en esta ciudad trabajó en la radiodifusora local y comenzó a presentarse en programas en vivo lo que le sirvió para desarrollar su faceta y talento para la comedia. En sus inicios utilizó el nombre de “El pachuco topillo tapas”. Su gran versatilidad en el escenario, las cámaras y ante los micrófonos lo llevó a mostrar su talento en carpas, radio, cine y televisión. Actor, cantante y actor de doblaje fueron solo algunas de sus facetas. Más de 100 producciones cinematográficas formaron su filmografía, al lado de grandes actores como Fannie Kauffman “Vitola”, René Ruíz “Tun Tun” y Wolf Rubinski, además de prestar su voz para cuatro películas de Walt Disney.
Dos grandes, Tin Tan y Vitola
Antonio Espino y Mora “Clavillazo”
¡Pura vida! y ¡Ay nomáaaas! fueron las frases icónicas de Antonio Espino Mora, mejor conocido como Clavillazo, un personaje de pantalones bombachos, saco de mangas largas y un sombrero de tres picos que por sus ocurrencias logró cautivar al público. Antonio Espino nació en Teziutlán, Puebla y fue de los actores mexicanos que iniciaron su carrera en las carpas para luego pasar a la pantalla grande en la época de oro del cine mexicano. Películas como “Nunca me hagan eso”, “Vivir a todo dar”, “Una movida chueca” y “Ahí vienen los gorrones” imprimieron su sello personal en el ámbito de la comedia del cine mexicano. Más de 30 películas forman su repertorio y es uno de los artistas más queridos y recordados por los mexicanos. Alrededor de estos personajes surgen muchas leyendas, una de ellas narra que tras seis meses de ahorrar, Antonio Espino decide armar su propia compañía y la noche de su renuncia gastó sus ahorros en un avión de juguete, una botella de ron, la renta de un cuarto de lujo y un smoking, al despertar tuvo que empeñar el juguete y el smoking. Dos meses después de su despilfarro regresó a las carpas utilizando sobrenombres como “Chumiate” y “Polidor”. Para resaltar su comicidad se pintaba clavos en los ojos lo que dio origen a varios nombres desde “Clavitos” hasta llegar a “Clavillazo” con el que se dio a conocer.
Sus manos fueron el instrumento para comunicarse
Adalberto Martínez Chávez, "Resortes"
La mítica frase de ¡¡Ay mamacita!! Nos hace recordar ni más ni menos que a “Resortes”, actor, cómico y bailarín, lo que le valió ese apodo que fue idea de su hermano Carlos quien decía que parecía que se había comido unos resortes y que por eso bailaba así. Al principio al actor no le gustó, pero al público sí y se quedó con el sobrenombre. Adalberto Martínez nació en el Callejón del Estanquillo número 15, del barrio de Tepito. La vida artística de “Resortes” fue de más de 70 años, películas como “Yo dormí con un fantasma”, “El beisbolista fenómeno”, “El Rey de México”, “Del suelo no paso” y “Día de difuntos” le valieron el reconocimiento del público.
¡Hay mamacita!, frase de Resortes
Joaquín Pardavé
Quien no recuerda a “Don Susanito Peñafiel y Somellera” y a “Kikoskikos Makakikus”, “El baisano Jalil”, “El barchante Neguib” , inolvidables personajes del acervo fílmico de Don Joaquín Pardavé, actor, director, cantautor “Varita de Nardo”, “Plegaria”,”Bésame en la boca” y “Negra consentida”, comediante y guionista.
La época de Oro del Cine Mexicano se podría entender sin la presencia de Pardavé y de Sara García, ambos actores tenían química en la pantalla y se caracterizaban por interpretar una gran variedad de personajes cómicos, desde extranjeros libaneses hasta mexicanos de clase media. La herencia actoral de Pardavé es de familia, Joaquín Pardavé Bernal su padre y Delfina Arce, su madre fueron actores de teatro. A los 18 años de edad Joaquín Parsavé decidió seguir los pasos de sus padres y comenzó su carrera como actor en la zarzuela “Los sobrinos del capitán Grant”. Juan Bustillo Oro contrató a Pardavé para trabajar al lado de Cantinflas en “Ahí está el detalle” en el que interpreta a “Cayetano Lastre” el marido rico y celoso del personaje interpretado por Sofía Alvarez. En la década de los 40 filmó “Ay qué tiempos señor don Simón” y “Yo baile con don Porfirio”. Al morir el actor se corrió el rumor de que había sido enterrado vivo, lo que su sobrina Maria Elena Pardavé desmintió.
Sara García y Joaquín Pardavé
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